Biografía Adolfo Suarez García
Un hombre con excepcionales dotes políticas. Así era Adolfo
Suárez hasta que
en 2003 una enfermedad degenerativa se llevó todos sus recuerdos. Hacía ya
varios años que Suárez no recordaba muchos de los acontecimientos políticos
españoles de los que él fue el protagonista indiscutible.
Doctor en derecho, Director de Televisión Española durante el Franquismo, presidente del Gobierno español fueron algunos de los cargos que ocupó este abulense durante su vida. Pero sin duda, el papel por el que siempre será recordado fue el de ser el artífice de la Transición española.
"El poder se tiene mientras se ejerce y su única legitimidad es la entrega total al servicio de los demás". Nacido en la localidad Abulense de Cebreros, en 1932, tras pasar por Madrid para doctorarse en derecho regresó a Ávila para iniciarse en la política.
Dentro del Movimiento, pasó por el Gobierno Civil de Ávila, el de Segovia, hasta que llegó a la dirección general de Radiodifusión y Televisión Española, cargo que ocupó desde 1968 hasta 1973, con un régimen que mostraba achaques cada vez mayores y se aproximaba a su defunción y la de su jefe de Estado. Suárez presenció la decadencia desde una posición privilegiada, la de vicesecretario general del Movimiento.
El año 1976 fue el comienzo de la ´carrera arquitectónica´ de Adolfo Suárez. El heredero de Franco, Don Juan Carlos I, cortó el hilo que daba continuidad a la dictadura, forzando la salida del presidente del gobierno Arias Navarro. Suárez era el elegido por el Rey para llevar a cabo los cambios que reclamaba el pueblo, y que no le podía negar.
La labor desempeñada por Suárez durante la Transición no pasó desapercibida a nivel internacional. Buen ejemplo de ello es que la prestigiosa publicación estadounidense "Time" dedicara su portada de junio de 1977 íntegramente al mandatario español. Estaba ilustrada con un primer plano del político y un texto que rezaba "España: la democracia gana".
Los últimos años de Suárez
Poco a poco, la Transición española va perdiendo a las figuras que la hicieron posible. En mayo de 2008 falleció Leopoldo Calvo-Sotelo, expresidente de España entre febrero de 1981 (tras el intento de golpe de Estado) y diciembre de 1982, y en enero de este mismo año fallecía el fundador del Partido Popular, Manuel Fraga Iribarne, que fue clave también en el paso que España dio hacia la democracia.
La última intervención pública de Adolfo Suárez tuvo lugar hace 11 años, en un mitin celebrado el 2 de mayo de 2003 en Albacete. Fue en un acto político para apoyar a su hijo (Adolfo Suárez Illana) que, enrolado en las filas del Partido Popular, disputaba la presidencia de Castilla-La Mancha. El mitin sirvió para evidenciar el avance de la enfermedad del primer presidente de la democracia. Durante su discurso, Suárez se perdió varias veces mientras leía sus notas e incluso llegó a leer en varias ocasiones el mismo folio. Acabó su mitin asegurando: "Bueno, para qué más discursos, lo que os quiero decir es que mi hijo es una persona de bien y que hará muy bien su trabajo".
Desde entonces su salud fue decayendo poco a poco. La última imagen que se conoce de él fue una fotografía que su propio hijo le hizo de espaldas abrazado al Rey en mayo de 2009, mientras ambos daban un paseo por el jardín de su finca en el barrio de La Florida (Madrid). En los últimos años la familia decidió restringir las visitas que recibía Adolfo Suárez. Sus cuatro hijos (Adolfo, Laura, Javier y Sonsoles) eran su compañía regular, sus hermanos (Hipólito, Carmen, Ricardo y José María) también le visitaban con regularidad, además de su cuñado Aurelio Delgado. Algunos de sus mejores amigos como el fallecido Gustavo Pérez Puig (antiguo realizador de televisión) o Fernando Alcón (político abulense y amigo desde la infancia de Suárez) fueron poco a poco espaciando sus visitas, en parte por sus propios achaques de salud y en parte para ahorrarse ver a su amigo en la situación en la que se encontraba.
Fue en el verano de 2003 cuando la enfermedad que padecía Adolfo Suárez, según contaba su familia, se intensificó. Ese año perdió buena parte de sus facultades cognitivas y dejó de reconocer a sus más allegados. Cuentan también que su último acto de lucidez tuvo lugar en 2005. En la primavera de ese año, su hijo decidió que el cardenal Antonio Cañizares confesara al primer presidente elegido democráticamente en España. El eclesiástico, sentado junto a Suárez en el jardín de su casa madrileña, le puso la mano sobre la rodilla y le dijo: "¿Quieres que te administre el perdón?", a lo que el abulense respondió: "Yo siempre estoy dispuesto a dar y pedir perdón".
El Rey siguió de cerca la evolución del duque de Suárez. Ambos compartieron a finales de los años setenta el liderazgo de un proceso esencial de la historia de España. El hombre sin memoria que hoy se ha apagado definitivamente fue, junto a Juan Carlos I, el inolvidable intérprete de una obra, la Transición política española.
Doctor en derecho, Director de Televisión Española durante el Franquismo, presidente del Gobierno español fueron algunos de los cargos que ocupó este abulense durante su vida. Pero sin duda, el papel por el que siempre será recordado fue el de ser el artífice de la Transición española.
"El poder se tiene mientras se ejerce y su única legitimidad es la entrega total al servicio de los demás". Nacido en la localidad Abulense de Cebreros, en 1932, tras pasar por Madrid para doctorarse en derecho regresó a Ávila para iniciarse en la política.
Dentro del Movimiento, pasó por el Gobierno Civil de Ávila, el de Segovia, hasta que llegó a la dirección general de Radiodifusión y Televisión Española, cargo que ocupó desde 1968 hasta 1973, con un régimen que mostraba achaques cada vez mayores y se aproximaba a su defunción y la de su jefe de Estado. Suárez presenció la decadencia desde una posición privilegiada, la de vicesecretario general del Movimiento.
El año 1976 fue el comienzo de la ´carrera arquitectónica´ de Adolfo Suárez. El heredero de Franco, Don Juan Carlos I, cortó el hilo que daba continuidad a la dictadura, forzando la salida del presidente del gobierno Arias Navarro. Suárez era el elegido por el Rey para llevar a cabo los cambios que reclamaba el pueblo, y que no le podía negar.
La labor desempeñada por Suárez durante la Transición no pasó desapercibida a nivel internacional. Buen ejemplo de ello es que la prestigiosa publicación estadounidense "Time" dedicara su portada de junio de 1977 íntegramente al mandatario español. Estaba ilustrada con un primer plano del político y un texto que rezaba "España: la democracia gana".
Los últimos años de Suárez
Poco a poco, la Transición española va perdiendo a las figuras que la hicieron posible. En mayo de 2008 falleció Leopoldo Calvo-Sotelo, expresidente de España entre febrero de 1981 (tras el intento de golpe de Estado) y diciembre de 1982, y en enero de este mismo año fallecía el fundador del Partido Popular, Manuel Fraga Iribarne, que fue clave también en el paso que España dio hacia la democracia.
La última intervención pública de Adolfo Suárez tuvo lugar hace 11 años, en un mitin celebrado el 2 de mayo de 2003 en Albacete. Fue en un acto político para apoyar a su hijo (Adolfo Suárez Illana) que, enrolado en las filas del Partido Popular, disputaba la presidencia de Castilla-La Mancha. El mitin sirvió para evidenciar el avance de la enfermedad del primer presidente de la democracia. Durante su discurso, Suárez se perdió varias veces mientras leía sus notas e incluso llegó a leer en varias ocasiones el mismo folio. Acabó su mitin asegurando: "Bueno, para qué más discursos, lo que os quiero decir es que mi hijo es una persona de bien y que hará muy bien su trabajo".
Desde entonces su salud fue decayendo poco a poco. La última imagen que se conoce de él fue una fotografía que su propio hijo le hizo de espaldas abrazado al Rey en mayo de 2009, mientras ambos daban un paseo por el jardín de su finca en el barrio de La Florida (Madrid). En los últimos años la familia decidió restringir las visitas que recibía Adolfo Suárez. Sus cuatro hijos (Adolfo, Laura, Javier y Sonsoles) eran su compañía regular, sus hermanos (Hipólito, Carmen, Ricardo y José María) también le visitaban con regularidad, además de su cuñado Aurelio Delgado. Algunos de sus mejores amigos como el fallecido Gustavo Pérez Puig (antiguo realizador de televisión) o Fernando Alcón (político abulense y amigo desde la infancia de Suárez) fueron poco a poco espaciando sus visitas, en parte por sus propios achaques de salud y en parte para ahorrarse ver a su amigo en la situación en la que se encontraba.
Fue en el verano de 2003 cuando la enfermedad que padecía Adolfo Suárez, según contaba su familia, se intensificó. Ese año perdió buena parte de sus facultades cognitivas y dejó de reconocer a sus más allegados. Cuentan también que su último acto de lucidez tuvo lugar en 2005. En la primavera de ese año, su hijo decidió que el cardenal Antonio Cañizares confesara al primer presidente elegido democráticamente en España. El eclesiástico, sentado junto a Suárez en el jardín de su casa madrileña, le puso la mano sobre la rodilla y le dijo: "¿Quieres que te administre el perdón?", a lo que el abulense respondió: "Yo siempre estoy dispuesto a dar y pedir perdón".
El Rey siguió de cerca la evolución del duque de Suárez. Ambos compartieron a finales de los años setenta el liderazgo de un proceso esencial de la historia de España. El hombre sin memoria que hoy se ha apagado definitivamente fue, junto a Juan Carlos I, el inolvidable intérprete de una obra, la Transición política española.
El primer presidente de la democracia
Adolfo
Suárez fue un presidente de consenso y logró pactar con socialdemócratas,
liberales e incluso con comunistas
Adolfo Suárez, figura clave de la Transición
La figura de Adolfo Suárez ocupa desde hace más de tres
décadas una de las páginas más importantes de la historia de España por su
papel en la Transición. Suárez provenía del Movimiento Nacional y formó parte
del gabinete de Arias Navarro tras la muerte del dictador Francisco Franco,
pero cuando en julio de 1976 el Rey don Juan Carlos le encargó formar Gobierno,
supo orquestar en un ambiente hostil el camino que conduciría a España a la
democracia y a la aprobación de la Constitución de 1978, cerrando 40 años de
franquismo.
En ese lapso de tiempo, construyó el consenso que permitió
avanzar hacia un sistema de libertades, legalizando a las diferentes formaciones
políticas que habían luchado contra el régimen de Franco, como el PSOE, en
1976, o el PCE, en la Semana Santa de 1977.
El proceso hasta las primeras elecciones
En 1976, España se hallaba inmersa en una complicada
situación económica, con una gran oleada de huelgas, y el terrorismo de ETA y
los GRAPO no cesaba. Suárez tenía entonces 43 años y el recién proclamado Rey
de España, Juan Carlos I, le iba a encomendar dos difíciles tareas. Por un
lado, constituir el que sería el segundo Gobierno desde que accedió a la
corona. Por otro, la desarticulación del régimen franquista, en decadencia tras
la muerte de Franco en 1975.
A ojos del monarca, el político abulense se antojaba la
figura necesaria para emprender la transición política del país y la
consecución de un estado democrático. Suárez aceptó la responsabilidad y pasó a
ser el presidente del Gobierno, por orden del Rey, el 3 de julio de 1976.
Desde su nombramiento como presidente se caracterizó por ser
un hombre de consenso y logró pactar con socialdemócratas, liberales e incluso
con comunistas, recibiendo por ello duras críticas. Las presiones y el
descontento procedían de los sectores más inmovilistas del franquismo, los
cuales cuestionaban la revolución política que estaba comenzando a fraguarse en
el país.
En septiembre de 1976, con Torcuato Fernández-Miranda como
vicepresidente, Suárez presentó el proyecto de Ley para la Reforma Política. Se
trataba de un proceso que, de ser aprobado, supondría el fin del franquismo y
se tenía que realizar desde el propio régimen.
Si bien hubo sectores opuestos al proceso, finalmente las
cortes franquistas aprobaron la ley, firmando así la muerte política de su
propio régimen. En diciembre de ese año se celebró un referéndum, en el que los
españoles evidenciaron su apoyo a la ley propuesta por el ejecutivo de Suárez.
Unos meses más tarde, el 15 de junio de 1977, se celebraron
elecciones generales libres, las primeras desde 1936. Unas elecciones en las
que Suárez salió vencedor, representando a Unión de Centro Democrático (UCD).
Lo que vino después fue la Constitución, carta magna de los
derechos y deberes de los ciudadanos, que quedó aprobada por la mayoría de la
población en referéndum celebrado el 6 de diciembre de 1978. El texto entraría
en vigor el 29 de ese mismo mes.
Anuncio de dimisión
Suárez presenta su dimisión como presidente del Gobierno
Al año siguiente, en 1979, Adolfo Suárez volvió a ganar las
elecciones generales por segunda vez, comenzando el que sería su tercer mandato
como presidente del Gobierno. Sin embargo, al de un año, una moción de censura
promovida por el PSOE, y que no llegó a materializarse, supuso la caída
política de un Suárez que empezó a perder apoyos incluso en su propio partido.
El 29 de enero de 1981, a la edad de 48 años, el primer
presidente democrático tras el régimen de Franco presentó su dimisión por las
tensiones internas en su partido y las críticas recibidas por su gestión. Esta
decisión de Suárez supondría el fin de su protagonismo político en UCD. Pero
antes de dejar el Congreso, y aún como presidente en funciones, vivió en
primera persona el 23-F. Fue una de las pocas personalidades políticas en el
Congreso que se encaró contra el teniente coronel Antonio Tejero cuando este
último entró en el hemiciclo arma en mano. Más adelante, ese mismo año, el Rey
le concedería el título de Duque de Suárez en reconocimiento a su importante
papel durante la Transición.
Las frases del presidente de la
Transición
Su "puedo prometer y prometo..." quedó unida de
manera definitiva a la figura del expresidente, pero hubo muchas más…
Entre todas las frases que Adolfo Suárez pronunció en
múltiples discursos y declaraciones, una quedó sin duda unida de manera
definitiva al expresidente del Gobierno y, por extensión, al periodo de la Transición:
"Puedo prometer y prometo...".
Esta fórmula fue repetida siete veces por Adolfo Suárez para
expresar sus compromisos electorales en su discurso más recordado, pronunciado
ante las cámaras de televisión con el objetivo de pedir el voto para la Unión
de Centro Democrático (UCD) en su última alocución antes de las primeras
elecciones democráticas tras la muerte de Franco, celebradas el 15 de junio de
1977.
- "El Rey se jugó con mi nombramiento casi el
reinado... y me dio la oportunidad de ser lo que más me gustaba y en el momento
más complicado... En aquellos años, sobre todo en 1976 y 1977, estar a mi lado
era casi un acto de heroísmo".
Así explicaba Suárez en una entrevista con TVE en 1995 la
decisión del Rey de nombrarle presidente del Gobierno el 3 de julio de 1976.
- "De entreguismo a la subversión, nada; de
predisposición al diálogo pacífico, todo".
El 29 de enero de 1977, Suárez se dirigió a la nación para
trasmitir un mensaje de firmeza frente al terrorismo, que durante la semana
previa había sacudido con especial virulencia al país con la matanza de Atocha,
la muerte de varios estudiantes y el secuestro del teniente general Villaescusa
por los GRAPO.
- "No voy a buscar un voto fácil ni a hacer una
solución de respaldo personal. Se me encargó la misión de llevar a buen puerto
la reforma política de nuestro país, y debo comparecer a juicio público cuando
se establece la primera consulta democrática".
Con estas palabras anunciaba Suárez el 3 de mayo de 1977 que
se presentaba como candidato a las elecciones de junio.
- "¿No es preferible que el Partido Comunista acepte
públicamente las bases de nuestra convivencia en lugar de verse obligado a
luchar para destruirla?".
En ese mismo discurso de presentación de su candidatura,
Suárez habló sobre la legalización del PCE, anunciada por su Gobierno el sábado
santo de 1977.
- "La política constituye para mí un oficio, una
profesión, una vocación y un deporte".
Así definía la relación con su trabajo en 1978.
- "La Constitución no resolverá todos nuestros
problemas, pero todos seremos protagonistas de nuestra historia".
De su mensaje televisado en el que pidió el voto a favor de
la Constitución, que se sometió a referéndum el 6 de diciembre de 1978.
- "El periodo de transición política ha terminado. En
apenas dos años, los españoles hemos transformado, desde la legalidad, un
sistema autoritario de gobierno en una democracia pluralista".
El 29 de diciembre de 1978, Suárez anunció la convocatoria
de elecciones generales para marzo del año siguiente.
- "No haremos ni una sola política débil ni acomplejada
ni timorata. Tenemos una palabra inequívocamente empeñada con el pueblo".
De su discurso de investidura tras ganar las elecciones de
marzo de 1979.
- "Comprendo que hay que cambiar la forma de gobernar:
por ejemplo, yo personalmente dejaré de adoptar una permanente posición de
silencio, aunque algunas veces sea necesario callar, porque un presidente tiene
que ser un buen fajador".
En mayo de 1980 superó una moción de censura contra su
Gobierno presentada por el PSOE.
- "Yo no quiero que el sistema democrático de
convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la historia de España... He
sufrido un importante desgaste durante mis casi cinco años de presidente (...)
Creo que tengo fuerza moral para pedir que en el futuro no se recurra a la
inútil descalificación global, a la visceralidad o el ataque personal, porque
creo que se perjudica el funcionamiento de las instituciones
democráticas".
El 29 de enero de 1981, Adolfo Suárez en un mensaje por televisión
al país anunciaba su dimisión.
- "La democracia en España es absolutamente
irreversible".
Pocos días después del golpe de Estado del 23-F de 1981,
Suárez se mostraba contundente durante un viaje privado a los Estados Unidos.
- "Si yo hubiera tenido la más remota idea de que se
iba a producir el golpe de Estado, sin duda no habría dimitido".
Años más tarde, en julio de 1990, el ex presidente del
Gobierno opinaba así en una entrevista al diario "El Independiente".
- "No se puede adelantar por la derecha".
Advertencia lanzada en 1987, ya como líder del Centro
Democrático y Social (CDS), a Felipe González en relación a la política
económica de su Gobierno.
- El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia que recibió
en 1996 distinguía en Suárez, según aseguró él mismo, "la obra realizada
por todo un pueblo, la forma y el talante con que se llevó a cabo la transición
española a la democracia".
Desde la dirección de este blog queremos dar el pésame a la familia, ha fallecido un hombre muy importante en la historia de españa. Descanse en paz y gracias por todo D. Aadolfo Suarez Garcia
Desde la dirección de este blog queremos dar el pésame a la familia, ha fallecido un hombre muy importante en la historia de españa. Descanse en paz y gracias por todo D. Aadolfo Suarez Garcia
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